I
No conocí
el acecho tras mis pasos
el laberinto de escondites
la ceguera en una venda sucia
el manoseo, la humillación, los golpes
los gritos del dolor
las ganas de morir.
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Modos
En ninguna mesa escribo/sobre mis piernas/ con oficio de sostén/ apoyo mi cuaderno.
Reinas
En lo alto de su tallo / se arraciman las orquídeas. / La poesía vive en esas flores, / no en este papel.
La osadía. (tapa)
La osadía. (contratapa)
La justicia hace gala de su venda sucia y de su mirada injusta.
ResponderEliminarLas ganas de morir eran impuestas por el dolor que hizo gritar.
Créeme que es mejor que no hayas conocido el acecho.
Créeme que es la peor vergüenza de nuestro pueblo.
Hola! Muy buenos textos... buena poesía
ResponderEliminarMe gustaría recomendarte un sitio donde puedes publicar textos y escritos como los tuyos, gratuitamente de una forma más interesante.
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Espero que te sea útil!
Muchas gracias Pablo! Por tus palabras y tu consejo.
ResponderEliminarUn abrazo!
Soledad
Creo que de alguna forma siempre se conoce los sentimientos que describes, a veces es através de otra persona, pero se siente y se tiene conciencia de todo ello.
ResponderEliminarY que bueno no olvidar.
Gracias por tu visita
Besos
Bueno Sole ya estas conociendo algo, las bombas de alquitran ya no son desconocidas.
ResponderEliminarLos malos al asecho
escondidos en la oscuridad sin lunas
agazapados en el anónimo silencio
golpendo las puertas de la noche.
Nosotros: con miedo, con rabia dispuestos a enfrentarlos.